“No somos 33, somos 34. Dios está con nosotros”, escribió en una de sus cartas Jimmy Sánchez, el minero más joven del grupo que fue el quinto en salir a la superficie. Refiriéndose al Creador, otra de las cartas de los 33 que llegó a sus familiares los días previos al rescate, aseguraba que “el número 34 estuvo con nosotros desde el principio”.
Es la camiseta que los vistió para uno de los momentos más importantes de su vida. Tras 70 días de encierro en la mina San José, los mineros decidieron vestirse todos de la misma manera. Una camiseta, que dice "Gracias Señor, thank you Lord" y que en la parte trasera se lee "son suyas las profundidades de la tierra, son suyas las cumbres de los montes. A Él la gloria y el honor". Esta frase pertenece al Salmo 95:4 y fue parte de una prédica que de un pastor que rezó antes de que llegara la sonda al lugar y se confirmaba que se encontraban con vida.
Las imágenes de la Televisión Nacional de Chile mostraban en la zona de la salida del túnel, a las autoridades (a la cabeza del presidente chileno Sebastián Piñera) y el equipo de rescate entonando el himno de ese país, mientras que en el ingreso al campo minero, la familia de Ávalos oraba, entonaba cánticos de agradecimiento al Señor y leía la Biblia. A las 23:19 emergía el Fenix II con Ávalos en su interior, que logró ver el cielo después de más de dos meses de encierro. La fotografía del minero apuntando al cielo y vistiendo una polera (t-shirt) en la que estaba inscrito “¡Gracias Señor!” le dio la vuelta al mundo.
Antes de abrazar a su esposa, al salir de la cápsula que lo transportó a la superficie, Carlos Mamani, el minero boliviano que quedó atrapado en su primer día de trabajo en la mina, se arrodilló y dio gracias a Dios por mantenerlo con vida.
La historia de Mario Gómez, el mayor de todo el grupo y el noveno el salir, también es un relato de transformaciones. La televisión chilena mostraba al mundo la escena en la que Gómez, apenas pisó tierra, se puso de rodillas y dio gracias a Dios por el rescate. Unos minutos antes, su hermano Hugo comentaba “es otro hombre… está muy dedicado a Dios”.
José Henriquez de 66 años que fue el número 24 en salir, se convirtió en el líder espiritual del grupo ya que, como reportaron los medios en todo el mundo, “se dedicó a consolar a sus compañeros con la palabra de Dios”. Mientras esperaban por su salida, los familiares que lo esperaban en el centro minero no dejaron de confiar en el Creador. “Creo que el propósito era que escuchen la palabra de Dios”, explicaba Hettiz, la esposa del minero que es miembro de la Iglesia pentecostal de Talca.
Después de 22horas y 35 minutos de rescate, al promediar las 22:00 hora chilena emergía Luis Urzúa el jefe del grupo quien lo primero que hizo al llegar a la superficie, fue dedicar una oración a Dios.
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